LOS JUECES ARISTOCRÁTICOS Y PRIVILEGIADOS EN PIE DE GUERRA
Debido a la discusión mediática de estos días, quisiera compartir con Ustedes algunas ideas. Las mismas no son concluyentes, sino que tienen como objetivo fijar algunos conceptos para el debate que sirvan para la discusión política. Como decía el compañero J. W. Cooke “ la política no está reservada para las elites, sino que puestas en manos del pueblo son un poderos instrumento en la lucha por su liberación” Esa es la idea. Los que tuvimos la suerte de estudiar en la Universidad Publica debemos poner estos conocimientos a disposición del resto.
Desde ya les aclaro que el tema es de suma complejidad, por lo tanto ante un problema complejo no se pueden realizar planteos simples, aunque tratare de ser pedagógico para que pueda ser entendido por los neófitos en el tema.
Tenemos que pensar que al enemigo no debemos combatirlo dentro de su misma lógica de pensamiento. Ellos atacan y niegan al Kirchnerismo y al peronismo porque atacan y niegan al pueblo. “La negación se manifiesta en forma distinta del pensamiento popular al culto. En este último, regido por la lógica de la afirmación, la negación niega la existencia de algo o alguien, en tanto que en el pensamiento popular lo que se niega no es la existencia de algo o alguien sino su vigencia. La Vigencia puede ser entendida como validez, sentido” (R. Kusch).
Esto debemos hacer como militantes. Negar la vigencia del pensamiento liberal. Eliminar de nuestras cabezas el resabio liberal.
Si yo les pregunto: vos ganas $ 500.000, tenes que pagar impuestos a las ganancias? La respuesta será dubitativa: mira, no sé, lo mío es un trabajo y mil excusas más.
Esto es pensamiento liberal. Yo defiendo mi interés. Lo individual se sobrepone a lo colectivo. Y además como burgués busco excusas o chivos expiatorios para lavar mi conciencia. Por ejemplo, los políticos corruptos, la presión impositiva y demás blabla.
En una concepción revolucionaria debemos ser conscientes que todos, absolutamente todos debemos contribuir y sostener un modelo de país. No hay excusas.
Las mentiras del discurso hegemónico
Así como tras un supuesto reclamo justo, la CGT, de la mano de los “gordos”, enarbolaban la bandera de la supresión del mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias y el cobro de asignaciones familiares sin topes en el gobierno de CFK, haciéndole el juego a la derecha asesina, hoy los jueces y los burócratas dirigentes sindicales (Piumatto), se ponen como locos ante la posibilidad que este impuesto los alcance.
Tratare de desnudar este discurso neoliberal con datos reales y concretos, para ver como las fuerzas neoliberales siguen agazapadas para quedarse con la renta de los trabajadores y cómo el sindicalismo burócrata contribuye a esta situación.
1) Hagamos historia: el impuesto a las ganancias nace el 19 de enero de 1932, por medio de un decreto–ley del entonces presidente José Uriburu, bajo el nombre impuesto a los réditos y fue instaurado por el gobierno conservador de aquella época.
Transcribo los artículos
Artículo 1) - Todos los réditos producidos a partir del 19 de Enero de 1932 o correspondientes al tiempo transcurrido desde el 19 de Enero de 1932-…. quedan sujetos al gravamen de emergencia nacional que establece la presente ley. El presente impuesto caducará el 31 de Diciembre de 1934. Art. 2) A los fines del impuesto se en tiende como rédito el remanente neto, o sea el sobrante de las entradas o beneficios sobre los gastos necesarios para obtener, mantener y conservar dichos réditos (no computándose como tales los gastos personales del contribluyente y su familia), de acuerdo con los artículos siguientes.
Es uno de los primeros avances sobre las provincias, debido a que hasta ese momento la mayor recaudación del estado nacional (gobernada por los conservadores de la década infame) provenía de los impuestos aduaneros. Con la crisis del 30 esto se revierte, pasando la Nación a cobrar impuestos que les correspondía a las provincias, mediante un fallo histórico de la corte de aquella época que interpretó que la Nación podía cobrar impuestos directos por un tiempo limitado. De allí que periódicamente el congreso deba prorrogar este impuesto
En el año 1973 fue Perón quien modifica el impuesto a los réditos por el de ganancias, imponiendo cuatro categorías para su cobro: Rentas de la tierra, de los capitales, de las empresas y del trabajo personal en sus diferentes formas (asalariados, profesionales, cuantapropistas)
Ahora, ¿por qué Perón, ícono de las causas populares, lanzó semejante misil?
Buscaba desarmar una maniobra de “evasión legal” de muchas empresas. Los dueños inscribían a sus familiares como empleados con sueldos exorbitantes para ocultar ganancia empresaria. Un ejemplo: en la compañía de Juan Pérez, sus hijos Pedro y María Pérez cobraban 500 mil pesos mensuales, pero la ganancia total anual que declaraba la empresa eran 300 mil.
A diferencia de otros impuestos denominados regresivos, como el IVA, donde el pobre y el rico pagan lo mismo por idéntico producto, Ganancias es considerado progresivo, porque se aporta más a medida que aumentan los ingresos. De todos modos, siempre genera discusiones, entre otras, a partir de qué nivel salarial se debería tributar.
El nombre que se le dio no es menor, ni una simple cuestión semántica, porque debido a ello es la gran confusión que produce entre los mortales comunes y que es aprovechado por los medios hegemónicos para bombardear al gobierno. No quiero caer en cuestiones técnicas para no aburrir, pero debo aclarar que la ley dice vigente en su “ARTICULO 2° - A los efectos de esta ley son ganancias, sin perjuicio de lo dispuesto especialmente en cada categoría y aun cuando no se indiquen en ellas: 1- Los rendimientos, rentas o enriquecimientos susceptibles de una periodicidad que implique la permanencia de la fuente que los produce y su habilitación..”
Económicamente se entiende por renta el flujo de dinero que perciben los factores de la producción, es decir los capitalistas (bajo la forma de intereses, dividendos y/o utilidades) y los trabajadores (salarios, jornales, honorarios). Es decir que más allá de la confusión en el nombre, es claro que el espíritu de la ley dictada por el gobierno peronista apuntaba a gravar a aquellos sectores sociales (en el marco del aún vigente estado de bienestar) que tenían suficientes ingresos como para contribuir al sostenimiento del estado.
2) Vamos a los números reales de ganancias:
Lo que el Gobierno dejará de recaudar el año próximo por no cobrarles el impuesto al sector asciende a 238 mil millones de pesos. Es decir, el Estado pierde a razón de un Impuesto a las Grandes Fortunas por año dado que ese tributo -que se votó en el Congreso y por única vez para paliar el daño económico de la pandemia-, recaudó en 2021 algo más de 240 mil millones de pesos.
Si tomamos el IVA impositivo, que por la inflación y el consumo siempre crece exponencialmente, recaudó en septiembre 361 mil millones de pesos. Es el mayor aportante a la recaudación de AFIP, pero ese tributo lo pagan, sin distinción de condición ni ingresos todos los argentinos. No tiene progresividad. Y allí entran incluso las personas en situación de indigencia.
Además, según datos que maneja la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), lo que no se recauda por Ganancias a jueces puede compararse con gastos directos. Por ejemplo, ese dinero es 4 veces lo que Desarrollo Social invertirá en 2023 en políticas alimentarias de comedores escolares y merenderos. También, la plata alcanza para pagar 4,5 Ministerios de la Mujer con su Presupuesto completo.
3) La supuesta injusticia del impuesto
Les presento a consideración unos datos relevantes:
Si sumamos el decil ,9 y 10 veremos que el 20 % de las personas se llevan el 47,1 % del ingreso del país y el 20 % más pobre sólo el 5.3 %. La diferencia es de 9 veces, lo cual torna escandaloso el resultado.
Y esta es la mentira neoliberal que debemos desarmar: no se puede seguir viviendo en un país donde algunos viven de prestado y otros no alcanzan a vivir.
Por ello es importante cobrar impuesto a los ingresos más altos, caso contrario esta brecha aún se amplía más.
4) La intangibilidad de los salarios
Uno de los argumentos de la corte es la famosa intangibilidad de los salarios. La misma significa: La intangibilidad de la remuneración del trabajador frente al empleador es garantizada por Ley mediante distintos recursos que tienen por finalidad el cobro íntegro y oportuno del salario. Es decir que la famosa intangibilidad es para todos los trabajadores, no solo para esta corporación.
Ademas ellos se prenden en el artículo 110 de la Constitución Nacional que fue copiado textualmente de la Constitución de EEUU: Los jueces de la Corte Suprema y de los tribunales inferiores de la Nación conservarán sus empleos mientras dure su buena conducta, y recibirán por sus servicios una compensación que determinará la ley, y que no podrá ser disminuida en manera alguna, mientras permaneciesen en sus funciones.
Este artículo no puede ser interpretado literalmente. Cuando se organizaba el Estado Nacional, la idea era que el poder político no intervenga y/o influencie al poder judicial. Mediante la reducción del sueldo podría interpretarse una manera de “apretar” al poder judicial. Está de más aclarar que esto ya es pasado.
Para aclara un poco más podemos decir que: Un impuesto es un tributo que se paga al Estado para soportar los gastos públicos. Estos pagos obligatorios son exigidos tantos a personas físicas, como a personas jurídicas.
Es decir un impuesto es cobrado por el estado por su poder de imperio en primer lugar y el impuesto a las ganancias es eso: UN IMPUESTO.
Este artículo no puede ser interpretado literalmente. Cuando se organizaba el Estado Nacional, la idea era que el poder político no intervenga y/o influencie al poder judicial. Mediante la reducción del sueldo podría interpretarse una manera de “apretar” al poder judicial. Está de más aclarar que esto ya es pasado.
Para aclara un poco más podemos decir que: Un impuesto es un tributo que se paga al Estado para soportar los gastos públicos. Estos pagos obligatorios son exigidos tantos a personas físicas, como a personas jurídicas.
Es decir un impuesto es cobrado por el estado por su poder de imperio en primer lugar y el impuesto a las ganancias es eso: UN IMPUESTO.
Además confunden la teoría impositiva. En ocasiones el estado no cobra directamente el impuesto, sino que lo hace a través de terceros, que actúan como agentes de retención. ¿Qué es una retención? Las retenciones son pagos por adelantado de un impuesto, que se descuentan directamente al momento de recibir pagos, cobrar una venta y cuando transferís o recibís dinero de una cuenta bancaria.
Es decir, el pago de impuestos a las ganancias no es un descuento de haberes o sueldo: es una retención que realiza el empleador al empleado en concepto de una obligación tributaria.
No sigan jodiendo entonces con que les disminuyen el sueldo.
A los trabajadores, con ese concepto, también nos disminuyen el sueldo cuando tienen dormida una cautelar sobre los aumentos de internet de hace varios años, mientras clarín y sus acólitos siguen aumentando el servicio.
5) Que pasa con la injusticia social y los privilegios
Cuando cuestionamos a los jueces que no pagan, lo hacemos pensando no en el cargo que ostenta esa persona, sino en la desproporción que existe entre sus ingresos y el aporte que realiza. Y con esta lógica de razonamiento debemos preguntarnos: ¿está mal que un tipo que gana buena guita no aporte por el solo hecho de argumentar ser trabajador?
Hoy, un trabajador paga impuestos a las ganancias a partir de los 150.000, que será llevado a 350.000 el mes que viene.
Pero mirando los datos del INDEC, vemos que solamente están alcanzados los empleados del último decil, el que más gana, cuoyos ingresos son superiores al mínimo (150.000). Marqué para contrastar que el 20 % más pobre tiene ingresos de 18000 y 28000 pesos promedio. También podemos ver que el 38 % de la población no tiene ingresos.
¿No merece esto una discusión de fondo?
Ahora bien, si analizamos los datos sobre el salario de los jueces y demás personal veremos que realmente ganan muy bien para lo que son los sueldos en el país.
Cabe aclarar que esta escala es a setiembre del 2022 (datos de la pagina oficial de la Corte de Justicia), desconociendo de mi parte si tuvieron aumentos en el último mes y si a su vez no perciben otros montos bajo otros conceptos que desconozco.
Observando la escala vemos que más de la mitad de la escala se posiciona por arriba de lo que será el próximo mínimo no imponible ($350.000)
Si tomamos el caso de Maqueda, que lleva 20 años de antigüedad, debemos sumarle por este concepto 450.000 pesos de antigüedad, más 80.000 $ por continuidad en el cargo (estimado), más adicional por título. Es decir tenemos un sueldo de 1.700.000 aproximadamente.
Entonces dejamos todo como está o nos jugamos a cambiar?
Si en serio queremos dejar de ser liberales y construir una sociedad con justicia social tenemos que plantearnos objetivos en el corto, mediano y largo plazo.
En el corto plazo no se pueden realizar grandes transformaciones, pero sì se puede y debe atacar la informalidad, la precariedad y las practicas liberales con toda la energía, para de esta manera empezar a terminar con estas prácticas irritantes para el pueblo.
Y aquí nuestro compromiso militante.
Y en el mediano y largo plazo debemos pensar en reformas estructurales, no con visión progre, sino con mirada revolucionaria. Una verdadera reforma tributaria enmarcada en un proyecto de país.
Bueno esto es algo de lo que pienso, sabiendo que tengo más dudas que certezas.
Espero recibir críticas y reflexiones que me sirvan para mejorar.
Juan Pividori
Es decir, el pago de impuestos a las ganancias no es un descuento de haberes o sueldo: es una retención que realiza el empleador al empleado en concepto de una obligación tributaria.
No sigan jodiendo entonces con que les disminuyen el sueldo.
A los trabajadores, con ese concepto, también nos disminuyen el sueldo cuando tienen dormida una cautelar sobre los aumentos de internet de hace varios años, mientras clarín y sus acólitos siguen aumentando el servicio.
5) Que pasa con la injusticia social y los privilegios
Cuando cuestionamos a los jueces que no pagan, lo hacemos pensando no en el cargo que ostenta esa persona, sino en la desproporción que existe entre sus ingresos y el aporte que realiza. Y con esta lógica de razonamiento debemos preguntarnos: ¿está mal que un tipo que gana buena guita no aporte por el solo hecho de argumentar ser trabajador?
Hoy, un trabajador paga impuestos a las ganancias a partir de los 150.000, que será llevado a 350.000 el mes que viene.
Pero mirando los datos del INDEC, vemos que solamente están alcanzados los empleados del último decil, el que más gana, cuoyos ingresos son superiores al mínimo (150.000). Marqué para contrastar que el 20 % más pobre tiene ingresos de 18000 y 28000 pesos promedio. También podemos ver que el 38 % de la población no tiene ingresos.
¿No merece esto una discusión de fondo?
Ahora bien, si analizamos los datos sobre el salario de los jueces y demás personal veremos que realmente ganan muy bien para lo que son los sueldos en el país.
Cabe aclarar que esta escala es a setiembre del 2022 (datos de la pagina oficial de la Corte de Justicia), desconociendo de mi parte si tuvieron aumentos en el último mes y si a su vez no perciben otros montos bajo otros conceptos que desconozco.
Observando la escala vemos que más de la mitad de la escala se posiciona por arriba de lo que será el próximo mínimo no imponible ($350.000)
Si tomamos el caso de Maqueda, que lleva 20 años de antigüedad, debemos sumarle por este concepto 450.000 pesos de antigüedad, más 80.000 $ por continuidad en el cargo (estimado), más adicional por título. Es decir tenemos un sueldo de 1.700.000 aproximadamente.
Entonces dejamos todo como está o nos jugamos a cambiar?
Si en serio queremos dejar de ser liberales y construir una sociedad con justicia social tenemos que plantearnos objetivos en el corto, mediano y largo plazo.
En el corto plazo no se pueden realizar grandes transformaciones, pero sì se puede y debe atacar la informalidad, la precariedad y las practicas liberales con toda la energía, para de esta manera empezar a terminar con estas prácticas irritantes para el pueblo.
Y aquí nuestro compromiso militante.
Y en el mediano y largo plazo debemos pensar en reformas estructurales, no con visión progre, sino con mirada revolucionaria. Una verdadera reforma tributaria enmarcada en un proyecto de país.
Bueno esto es algo de lo que pienso, sabiendo que tengo más dudas que certezas.
Espero recibir críticas y reflexiones que me sirvan para mejorar.
Juan Pividori
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