Cuando ser peronista te indigna
Hoy a la mañana (jueves 5/8) comienzo a leer los diarios y me encuentro con esta noticia en el diario El Litoral de Santa Fe. El título ya me generó impotencia e indignación. Sabiendo que este medio es un satélite de Clarín supuse otra fake news y decidí leer la noticia, lo cuál me produjo una terrible amargura y bronca descontrolada.
Dice en una parte la nota: "El desconocido no estaba solo, sino que era acompañado por otro que quedó esperando en la puerta. Sin mayores trámites el recién llegado se dirigió a la vendedora y le pidió algo de comida, pero la mujer se negó a complacer dicha solicitud." y continúa más adelante "Fue entonces cuando el desconocido tomó por su cuenta algunos alimentos y se retiró, junto a su compinche, por calle M. Candioti en dirección hacia el sur. Lo ocurrido fue comunicado a la central 911 que envió uniformados al lugar. Una vez recabados los datos se dispuso un operativo de búsqueda que concluyó a pocas cuadras (en M. Candioti y Maipú) donde los sospechosos fueron interceptados y aprehendidos."
Lo que sigue es conocido: presos y procesados por hurto.
Pero como peronistas y seres humanos estos hechos nos deben poner a la defensiva e intensificar nuestra militancia. Decía Evita cuando le preguntaron por el hambre que sintió de niña: “Y lo extraño es que no me doliese tanto la existencia de los pobres como el saber que al mismo tiempo había ricos”.
Es que en este país hay demasiados pobres porque hay pocos ricos. El 10 % más pobre recibe 40 veces menos ingresos que el 10 % más rico. Pero esta no es una situación natural. No podemos ni debemos naturalizar el hambre.
El verdadero triunfo del capitalismo consiste en generar seres humanos resignados a su suerte, apáticos a la lucha y traidores a sus propias raíces. En esa nota leemos que la misma empleada llama a la policía. es el típico caso del desclasado que defiende a los empresarios por el impuesto a las grandes fortunas o a las patronales agrogarcas. Trabajadores abúlicos, individualistas, que piensan que su destino depende de su suerte individual. Sin conciencia de clases ni de luchas colectivas. Esta es la derrota cultural más grande que nos asestó el neoliberalismo.
Debemos agradecer como sociedad que millones de hambrientos no salgan a robar a la calle. O usted no saldría a robar si a su hijo le falta comida? Claro, este planteo genera una contradicción fundamental en nuestro espíritu, porque el capitalismo nos enseñó y nos convenció que la propiedad privada es un derecho absoluto. Cuando el derecho de propiedad es aceptado por la sociedad como un derecho de orden absoluto, el proyecto de país queda en manos de los grupos económico, del establishment. Porque al ser un derecho absoluto, el uso y goce de sus beneficios solo corresponde al propietario. En este caso los empresarios no tienen límites en su utilización. por eso ellos no tienen límites en fijar precios, en oponerse a un impuesto a las ganancias, a negar las retenciones o a pedir reformas laborales que les permite mayores beneficios.
El hambre es causa de este capitalismo despiadado y se intensifica y profundiza cuando los gobiernos, que son los representantes del pueblo, no hacen nada para evitar esta injusticia social. Este gobierno, que asumió con el mandato popular de bajar el hambre y aumentar los ingresos del pueblo, negocia con el FMI, cuyas recetas neoliberales siempre terminan castigando al pueblo. También decía Evita: "el arma de los imperialismos es el hambre. Nosotros, los pueblos, sabemos lo que es morir de hambre"
Por eso la batalla que debemos dar es conseguir que el gobierno, que es el órgano ejecutor del estado y el representante del pueblo, comience de inmediato a trabajar para que estas situaciones no se repitan. En priorizar los salarios, en volcar el dinero en el mercado interno y no en pagar esta deuda impagable. En dejar de pagar los intereses atroces que esta pagando en estos momentos al sistema financiero. Nos indigna ser peronistas cuando ocurren estos acontecimientos y tenemos un gobierno peronista. Nos indignamos cuando vemos funcionarios cuyos corazones están muy fríos como para sentir de verdad las necesidades del pueblo. Cuando vemos compañeros más preocupados en estar en una lista que en resolver los graves problemas que este gobierno no está solucionando
Nudo terrible: si se piensa desde una cosmovisión no capitalista. Y eso porque caen las represiones disciplinados que nos inculcan para que todo siga igual
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