Argentina dolor y esperanza: margarita Belén y el mural que enfureció a la iglesia



Argentina dolor y esperanza: margarita Belén y el mural que enfureció a la iglesia



Ocurrió entre la noche del 12 de diciembre y el 13 de diciembre de 1976. Uno de los hechos más aberrantes y sanguinarios de la dictadura. 

Se lo conoce como la masacre de Margarita Belén, porque en las afueras de la ruta 11 a la altura de esta localidad chaqueña fueron fusilados militantes de la juventud peronista, montoneros y ligas agrarias


(monumento en homenaje a las víctimas en el lugar del hecho)


 Ellos fueron: Fernando Piérola, Carlos Zamudio, Luis Arturo Franzen, Manuel Parodi Ocampo, Patricio Blas Tierno, Luis Alberto Diaz, Nestor Sala, Luis Barco, Mario Cuevas, Carlos Alberto Duarte, Roberto Yedro, Reinaldo Amalio Zapata Soñé, Julio Andrés Pereyra, Emma Beatriz Cabral, Alcides Bosch, Dora noriega, Delicia Gonzalez, Carlos Enrique Tereszecuk, Eduardo Fernández, Ramon Luciano Diaz, Ramón Vargas, Raúl María Caire.





La dictadura disfrazó la masacre como un enfrentamiento armado, en donde 3 habían sido abatidos y el resto logró escapar.

El tiempo arrojó luz sobre la verdad histórica. Se supo luego que estos compañeros fueron salvajemente torturados en la alcaidía de la ciudad de Resistencia. Se sospecha que algunos no sobrevivieron la tortura. También se sabe que estos miserables después de enterrarlos comieron un asado para festejar.

Fueron condenados a prisión perpetua por once homicidios agravados por alevosía y por el número de participantes en concurso real con privación ilegítima de la libertad agravada y por cuatro privaciones ilegítimas de la libertad: Athos Renés, Ernesto Simoni, Aldo Martínez Segón, Jorge Carnero Sabol, Ricardo Reyes, Germán Riquelme, Horacio Losito (quien ya había sido condenado a 25 años en la causa por el ex Regimiento de Infantería 9, en Corrientes) y Luis Alberto Patetta (también condenado a 25 años, pero en la causa Caballero que investigó la represión ilegal en el Departamento de Policía de Chaco).

A raíz de esta masacre la artista plástica Amanda Mayor de Piérola, madre de Fernando, uno de los fusilados, decide pintar un mural alusivo a este hecho en el aula magna de las facultades de la UNNE (universidad nacional del nordeste) de la ciudad de Resistencia.

Este mural se termina el 15 de agosto de 1986. Ese mismo día los obispados de Corrientes y Resistencia presentan un amparo para que se borre del mural al cura que figuraba con sotana (marcado en el círculo). Las autoridades de la UNNE, algunos partícipes civiles del proceso , convocaron a artistas anónimos y el 5 de setiembre de ese año el mural apareció censurado.

Se hicieron marchas de repudio. En el año 1998 se volvió a restituir el mural, pero nuevamente a los días lo vuelven a censurar.

Fui partícipe de este momento histórico. estudiaba ciencias económicas en esas facultades. En ese periodo de la historia la discusión o grieta se planteaba entre izquierdas y derechas. Además de las distintas teorías sobre "compañeros entregadores" y otras yerbas. Discusión que a la luz de los años uno comprueba como estéril. Estábamos entrando a un nuevo proceso histórico: El neoliberalismo. Proceso que generaría mayores penurias a nuestro pueblo. No alcanzábamos a darnos cuenta de la importancia de algunas cosas.

Por ejemplo del valor simbólico que tendría este mural. En 1986 y lo que vino después, era impensable suponer que los culpables fueran condenados. Militábamos para eso. marchábamos. Discutíamos. Los radicales eran "progresistas", no de derecha. Pero vinieron las leyes de obediencia debida y la de punto final, más el indulto del traidor riojano. Habíamos perdido. Estábamos derrotados. No imaginábamos que vendría uno de los nuestros a poner justicia: el gran Nestor.

Y el mural siguió allí, como testigo y faro a la vez del camino a seguir. El 16 de agosto, hace unos días, se conmemoró el 35 aniversario de este mural. Perecería que la historia se está terminando de escribir. Bienvenido sea y a los compañeros fusilados: PRESENTE!!!!!




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