La muerte del “lole”
y las consecuencias políticas. El Pocho VIVE
Esta página es de
política, por lo tanto no entramos a analizar a las personas en términos
individuales sobre sus “bondades o maldades”. Vale la aclaración porque siempre
la muerte, en un país que se la utilizó desde la religión y la política para
meter miedo y disciplinar en algunos casos y en otros, para homenajear al muerto por hechos o actos
realizados en vida y que no se hicieron en su momento. Además, en esta página
escribimos compañeros, y si de algo no podrán acusarnos a los peronistas es la
de festejar la muerte, si fuimos nosotros los que siempre sufrimos el odio
oligarca con “el viva el cáncer” o “Néstor, llévate la yegua”.
Pero la vida
política de Reutemann sirve para interpelarnos sobre la política, la democracia
y el futuro del movimiento nacional.
Cuando se desempeñó como congresal constituyente en el '94 solo presentó un escrito sugiriendo el tipo de papel en que debía registrar la reforma constitucional. Y después en su refugio para zafar la justicia -largos y ausentes años de senador- sólo se hizo presente para dar quórum para desaforar a Cristina... siempre del lado de los poderosos acaparadores de poder...
Antes de entrar
de lleno en el análisis del caso es pertinente una aclaración. Desde los
sectores anti peronistas te dicen que ganó en nombre del peronismo o te
argumentan que siempre ganó en elecciones. Nada de ello es falso. Pero cuando
nosotros decimos que el pueblo al votar no se equivoca, es porque consideramos
que el pueblo vota un proyecto político y es justamente eso lo que la
democracia plebiscita: el proyecto
político que quiere el pueblo. Y no
siempre el pueblo elige el mejor proyecto. Sino la sociedad sería ideal,
siempre gobernada por aquellos que benefician a todos. Y esa es una tarea del
intelectual y militante político: la de argumentar y ayudar a la compresión
histórica de lo que se plebiscita en una votación.
Surge en pleno
apogeo menemista con la instalación definitiva del neoliberalismo como nuevo
modelo de la humanidad.
La
forma de gobierno del neoliberalismo es a través de términos como gobernanza, poder blando, el consenso.
Porque el neoliberalismo se opone a la idea de la existencia de la diversidad.
Este neoliberalismo (a diferencia del liberalismo tradicional o clásico)
entiende todo como mercado.
En el liberalismo se producía intercambio. Cada uno ofrecía algo en el
mercado a cambio de otra cosa. Y este intercambio suponía una relativa equidad.
El neoliberalismo entiende todo como competencia. La competencia se
convierte en disputa entre
personas, que aspiran a un mismo objetivo o a la superioridad en algo. La
competencia, anula, inhibe, destruye.
Cada actor es considerado un pequeño
capital (no ya la tradicional distinción entre patrón y empleado) que compite
entre sí en lugar de generar intercambios.
La democracia se transforma así en un
campo de ganadores y perdedores, en tanto se pierde el sentido del bien común y
de la cosa pública. En la racionalidad neoliberal solo importa el crecimiento
económico, la competitividad, el status crediticio, dejando en segundo lugar
otras cuestiones como la justicia, la equidad. En definitiva, la falta de reacción popular está demostrando el éxito
de esta racionalidad neoliberal.
Y es en ese momento
histórico que los candidatos surgen de la “farándula”, de los medios, porque la
política desapareció de escena. Y Menem pone en Tucumán a Palito Ortega, a Scioli en
Buenos Aires y al Lole en Santa Fe entre otros candidatos.
El peronismo, que era el
hecho maldito del país burgués, hoy se nos presenta, él mismo, como el hecho
maldito de un peronismo burgués que –al menos en términos orgánicos– no parece
estar dispuesto a ir más allá de una gestión progresista del capital, vía
democracia parlamentaria.
Y el Lole es uno de
los responsables de esta “liberalización” del peronismo, fue el que clausuró al
peronismo, desaparecieron las unidades básicas y convenció a miles de
compañeros que nosotros éramos un partido liberal-burgués. Allí hoy tienen en
Santa Fe funcionarios de un gobierno peronista, que antes estuvieron con el PRO
o algunos del PRO que se pasan al peronismo. Allí vemos como en las mejores
épocas de la década infame o del régimen oligárquico a militantes que hacen
militancia en los medios, se sacan fotos y comienzan a negociar lugares en las
listas. Y nos reímos de Amalia Granata…Si la única diferencia es que a ella se
la conocía por la TV. Ni que hablar de algunos que ocupan cargos y no se los
conoce por su militancia activa. Allí lo tienen al “Cachi”, que les puedo
asegurar en carne propio que tiene los mismos vicios que los liberales del
Cambiemos.
El
reutemanismo fue quién ayudó a odiar a Néstor y Cristina, en tanto son ellos
los que rescatan al peronismo de su liberalización. Néstor y CFK. supieron interpretar las demandas sociales y
encauzarlas en un proyecto común. Supieron interpretar los tiempos históricos y
lograron después de muchos años pensar en una salida continental. Son lo más
parecido al peronismo de los años dorados.
Porque el
papel de los movimientos es el de encausar las demandas del pueblo al margen de
los partidos tradicionales, desafiando justamente sus reglas Al respecto
sostenía Perón: "Ser
peronista no es broma, es un compromiso" ... "El Peronismo no
es un partido coyuntural, no es producto de una interna, no es un microemprendimiento”.
Esta
introducción viene a cuento porque observo desde hace tiempo que las
características movimientistas han desaparecido de la conciencia de la
militancia. Pero esto no es lo más preocupante, lo preocupante es que veo a
nuestros dirigentes locales más preocupados en hacer actos y juntarse en la
sede del Partido Justicialista, cuál fueran como los fieles creyentes que los
domingos deben concurrir a la catedral o el templo de su barrio. Y ESO SE LO
DEBEMOS AL LOLE
Como también le
debemos al Lole la inundación de la ciudad de Santa Fe. Inundación que tiene no
sólo a Él como responsable, sino que a muchos dirigentes que aún hoy nos
quieren convencer de ser los mejores. Dirigentes políticos, la justicia corrupta
de la provincia que nunca investigó, la cadena de corrupción entre funcionarios
y empresarios para que más de 100.000 santafesinos perdieran sus vidas, sus
sueños, sus esperanzas. Dice un trabajo llamado lo que el salado sigue
gritando de la CLACSO “Cuáles son los nombres de los encargados de apretar a
cientos de afectados a que olviden parte de lo perdido porque si no, no
cobraban nada? Porque la impunidad, una vez más presente en la historia
argentina en general y santafesina, en particular, no solamente envuelve las
grises figuras de Carlos Alberto Reutemann, Jorge Obeid y Juan Carlos Mercier,
sino también a los agentes de quinta línea que ejecutaron estas perversas
órdenes para imponer silencios y resignaciones. Distintos grados de
responsabilidades y distintos grados de impunidades. Las aguas del Salado
parecen haberse tragado esas identidades, como las 138 personas que las listas
oficiales no nombran, no señalan entre los muertos originados por un hecho de
corrupción como se ha demostrado desde hace tiempo. “Volver a empezar” fueron
las tres palabras que ingresaron con forceps a la vida cotidiana de los
santafesinos. Como si fuera simple, sencillo. Como si “volver a empezar” fuera
la lógica continuidad que siguió al escurrimiento de las aguas y al exilio
momentáneo del bicherío que trajeron. ¿Cómo se empieza de nuevo? Y otra vez los
138 santafesinos que no están en los papeles de los gobiernos…” Y podría
agregar la historia de Uriel, el bebé de días que se le resbaló a la madre y se ahogó. En fin tampoco
olvidar la responsabilidad de algunos opositores, como Barletta, rector de la
UNL, que no envió a tiempo los informes elaborado en enero por la facultad de
Ciencias Hídricas. Ante el pedido del juez,
Barletta respondió que eran estudios entre privados por lo que les negaba el
acceso, y el magistrado tuvo que allanar las oficinas del Rectorado para buscar
esa documentación. En ese momento, el secretario de Barletta era José Corral.
Es decir, en mayor o menor medida VARIOS SON RESPONSABLES DE LA TRAGEDIA Y EL
QUE HOY SE MUERE SE LLEVA A LA TUMBA LA MEMORIA DE LOS MUERTOS FÍSICOS Y
SOCIALES.
También le debemos la canalización de los bajos submeriodionales. Se denomina bajos submeridionales a una región
extensa de tierras bajas y anegadizas que abarca parte del norte de la
provincia de Santa Fe y sur de la provincia del Chaco, dentro de la Cuña
Boscosa y el Dorso Occidental Subhúmedo, de la llanura chaqueña argentina,
cubriendo aproximadamente unas 8 000 000 ha.
Para incorporar a la Argentina en la nueva división internacional del trabajo mediante el abastecimiento de commodities (soja fundamentalmente) y las presiones de los grupos económicos concentrados en este tipo de explotaciones, se decidió la canalización de los bajos, que consiste en fabricar canales destinados a evacuar el agua produciendo grandes sequía y/o grandes inundaciones y un daño ambiental irreparable, de la baja de coparticipación a los municipios y por último no puedo dejar de mencionar la responsabilidad de la represión policial del 2.001, que se lleva la vida del POCHO Leprati el famoso “Ángel de la bicicleta”. Como diría Galeano “la palabra política se ha manoseado tanto que significa todo y no significa nada”.
Esa bicicleta no para. Guay de los divertidos aunque esté muerto el perro, la rabia anida en latencia
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