Inflación: Por acá no muchachos!!!!!

 

Inflación: Por acá no muchachos!!!!!



Debemos entender que la economía no es compleja. La economía es una ciencia social y por lo tanto su comprensión es necesaria que se acerque al pueblo. El neoliberalismo presenta “profesionales” de la economía, que se transforman en verdaderos hechiceros con poder “sagrado”, imposible de rebatir sus apreciaciones, aunque siempre se equivocan para el mismo lado: para los grupos de poder  y contra el pueblo. La continua influencia de estos cipayos, apoyada por los medios hegemónicos termina por presionar a los gobiernos débiles para que aplique sus políticas.

Y las políticas de los neoliberales tienden a beneficiar a la oferta. Lo explico acá: Ellos cuando fijan sus políticas parten de la idea que a quien deben motivar o incentivar en una economía es a la oferta, es decir al sector de producción. Y parten de un supuesto aparentemente lógico, pero que no se corresponde a la realidad, el cual es que los costos de producción determinan el precio de venta.

Si los costos determinan el precio de venta, al bajar los costos, que en todos los casos se remite a bajar los salarios de los trabajadores, el precio bajará.

Si hablamos de un proceso inflacionario, esta baja en los precios hace que la inflación baje. En apariencia esta política, según los neoliberales, es muy buena, porque la oferta, es decir los productores, bajan sus precios en un primer momento, pero luego esta baja de precios, en segunda instancia, generará un mayor incentivo al consumo por parte de la demanda, lo que implicará volver a los antiguos niveles de producción, pero con precios más bajos.

El problema de esta política es que: 1) Los precios en un modelo neoliberal no se forman por los costos, porque los grupos económicos actúan como monopolios, fijando sus precios según sus márgenes de rentabilidad previamente establecidos. 2) Y lo que produce es una baja en el salario y la precarización del trabajo, el empobrecimiento del trabajador y su familia, provocando una enorme transferencia de ingresos, vía precios, del sector del trabajo al capitalista.

Por otro lado debemos considerar que la inflación es un problema político no económico. Los grupos económicos aumentan los precios. Los salarios, cuando logran recomponerse a ese aumento, llegan tarde, porque este primer aumento genera posteriores aumentos en cadena. En definitiva los aumentos significan que los trabajadores resignan parte de sus sueldos(los porcentajes de aumento) a favor de los grupos concentrados.

Dadas estas explicaciones pensemos en nuestro gobierno, el de Alberto Fernández. Primero bajó las retenciones a sectores críticos como la carne. Obvio que generó un aumento descontrolado del precio de la carne.

El precio promedio internacional de Kg de carne se ubica entre 5 U$s a 14 U$s los más caros, que traducidos al precio del dólar (oficial)  nos da un valor promedio de 1.000 pesos el Kg. Conclusión, si le quitas retenciones a los grupos, estos aumentarán el precio porque les conviene más vender afuera que al mercado interno.

En el mismo razonamiento siguieron con las automotrices, les otorgaron incentivos a la construcción, aumentan la nafta y le siguen los demás servicios públicos. Desde su fase más ortodoxa, planea reducir el déficit fiscal primario del 6,5 al 4,5 por ciento (enero arrojó incluso superávit) mientras que lleva disminuida durante este año un 4 por ciento de la base monetaria, lo cual explica en parte la cancelación de programas para las capas más bajas de la sociedad, como el Ingreso Familiar de Emergencia

Esta política corresponde a la ortodoxia neoliberal. Que no nos engrupan más. Les damos facilidades de pago a los 2.000 ricos del país, quienes siempre se beneficiaron  a costa del pueblo, sin contar que la ley a las grandes fortunas navegó un año en el congreso, mientras la baja a ganancias se realiza en un trámite expres. Y por qué hablo de ganancias? Porque a esta altura no sé si se trata de un alivio a los trabajadores o un subsidio encubierto a las empresas, para que negocien menores porcentajes de aumentos en los sueldos.

En fin, un cúmulo de decisiones que no terminan de incentivar al mercado interno, generando más y mejores ingresos reales para el pueblo. La situación de la mayoría del pueblo es paupérrima. El poder adquisitivo llego a su nivel más bajo desde  el  año 2016.

No pretendo (aunque me gustaría) que nacionalice el comercio exterior y se plante con el no pago al FMI por el préstamos mal otorgado, pero sí pretendo que termine con los diálogos, que está visto no se cumplen y comience a ejecutar medidas concretas, juntas o separadas como aumento de retenciones, control de precios, multas, ley de desabastecimiento, etc.

Para terminar es como diría Hebe, a los enemigos se los combate, a los nuestros lo cuestionamos porque volvimos para ser mejores.

Juan Pividori

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