Segunda Ola: toque pito y siga el corso. Los macarras de la moral
J.M Serrat: https://www.youtube.com/watch?v=t1YN0wD1reg
Ya no quedan dudas. La segunda ola llegó. En la primera el gobierno consiguió demorar el pico y aunque la mayoría de los medios no lo reflejó (por tanto una parte de la sociedad nunca se dará cuenta), la victoria fue casi total: se construyó y/o adecuó infraestructura hospitalaria, el personal pudo preparase acorde a las circunstancias y al fin y al cabo se puede decir que de las muertes ninguna fue por causas atribuibles al gobierno en general. Teníamos respiradores, insumos, personal y espacio físico.
Hoy la situación es muchísimo más compleja. Una sociedad hastiada, bombardeada y confundida por los pregones del odio ya no acepta tan fácilmente el confinamiento.
El gobierno no tiene la convicción política ni la fuerza suficiente para quebrar la agenda de la derecha asesina y sin más actuar como se debería. Grave error que en algún momento se pagará. Porque esta derecha criminal está agazapada esperando que los muertos se cuenten por miles. No tienen escrúpulos. Así como primero resistieron el confinamiento, luego impusieron en la agenda la presencialidad en las escuelas, denunciaron las vacunas por ser veneno y hoy sin que se les caiga la cara exigen vacunarse y ponen el grito en el cielo por los contagios.
Paralelamente el presidente toma juramento a un ministro sin barbijo, se contagia y flaco favor le hace a su gestión la campaña pro vacunas. Y algunos ministros como el de economía, Martín Guzmán, manifiesta públicamente: “Hoy la economía no podría soportar un nuevo cierre total”. Cómo que los muertos pueden ir a trabajar. Estas actitudes infantiles dejan abierto el flanco a los enemigos.
En paralelo el ministro, proveniente de colegios privados, Trotta manifiesta que la presencialidad en las escuelas está garantizada. Como diría un amigo, confunde escuela con educación. Es como confundir amor con matrimonio o religión con salvación.
En el mientras tanto y aprovechando la pandemia, los grupos concentrados siguen marcando los precios a lo idiota, licuando el salario de los trabajadores y acrecentando la brecha de desigualdad. Los multimillonarios presentan recursos para no pagar (impuesto a las grandes fortunas) una parte ínfima de lo que le robaron a este pueblo por años. Y la corte y el escándalo de los jueces, periodistas y amigos de MMLPQTP esperan que pase el ruido para seguir haciendo de las suyas.
En este contexto apostar solo a la vacunación como estrategia es suicida. El gobierno debe salir de su tibieza y decretar un confinamiento estricto. Debemos aprovechar que las cámaras están sesionando para legislar y meter preso a aquellos que atenten contra la salud pública, con declaraciones, comentarios y/o hechos concretos como los de Formosa. Ampliar la corte y por último aplicar con todo el peso de la ley la ley de desabastecimiento.
Es duro, pero caso contrario, estos criminales de la derecha seguirán gozando de buena salud mientras el pueblo sufre.
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